En España, un hombre realizó su donación de sangre número 500 y se convirtió en un hecho histórico y sin precedentes en todo el continente europeo. Según relató el señor, su primera donación fue en 1977 y lo hizo obligadamente. En la actualidad, y a poco de cumplir 46 años como donante voluntario, dirige importantes ONGs que concientizan sobre la importancia de esta práctica.
Alerta sanitaria: España plantea el uso obligatorio del barbijoEl español, llamado Francisco del Amo, también es donante de plaquetas y plasma. Hoy es presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Burgos y responsable de la federación regional de Castilla y León. Más allá de su importante y ejemplificadora acción, la historia de cómo iniciaron sus primeras donaciones es lo que acaparó la atención de todos.
La persona que lo impulsó a ser donante
Todo comenzó en el año 1977, cuando su madre, donante habitual, lo "llevó poco menos que por la oreja" a donar con ella en la ciudad de Socuéllamos (Ciudad Real, España), su pueblo natal, y ahí se dio cuenta de que "no era para tanto", y siguió donando año tras año.
Del Amo ha cumplido con el máximo permitido: cuatro donaciones anuales para los hombres (tres para las mujeres) y donaciones periódicas de plasma o plaquetas (cada 15 días), de ahí que haya conseguido alcanzar esa cantidad de 500, que solo comparte con un hombre de Texas (Estados Unidos), aunque allí "se paga por donar", precisó.
Ocurre lo mismo en tres países europeos, mientras que en España la donación es un acto altruista, solidario, por el que no se paga nada.
Del Amo aseguró, como presidente de la hermandad, que "seguirán luchando" para que siga siendo así, ya que es "lo lógico". Es precisamente ese espíritu solidario lo que mueve al hombre, quien aseguró que donar le supone "una gran satisfacción".
Si bien "nadie se acostumbra al pinchazo" de la aguja para proceder a la extracción, valora la ayuda que pueda aportar una transfusión a personas hospitalizadas, que requieren de una intervención quirúrgica, a las que han sufrido un accidente o a los pacientes oncológicos, por ejemplo.
"Hay gente que me ha confesado que, con una transfusión de sangre, notan cómo cambia su organismo, de verse agotados a ver que se van recuperando", rememoró.
Así que está dispuesto a seguir donando mientras tenga salud para ello, pues esa es su otra alegría, que se encuentra con fuerzas y una buena salud para continuar.